La mujer compartía almuerzos a solas con el expresidente y llegó a tener un trato notoriamente informal, incluso llegando a llamarlo "Gordo". "Anita", como era conocida Hernández, generó tensiones internas desde su llegada en diciembre de 2019 mediante un decreto por el que se creó un cargo especialmente para ella. Su rol, como "secretaria asistente", implicaba asistir en tareas administrativas y coordinar la agenda del mandatario. Sin embargo, su presencia no fue bien recibida por María Cantero, una histórica colaboradora de Fernández, que la veía como una intrusa sin la experiencia suficiente para ocupar una posición tan cercana al presidente. Ana Clara Hernández y Alberto Fernández. Pese a la resistencia, la relación entre Fernández y Hernández se fortaleció. Fuentes cercanas al entorno presidencial mencionan que Hernández se ganó la confianza del presidente a través de su "disposición y lealtad". El trato entre ambos era notoriamente informal, llegando incluso a llamarlo "El Gordo" de manera afectuosa. Militante kirchnerista desde 2011, Hernández fue recomendada por figuras como Juan Cabandié, aunque el vínculo entre ambos se consolidó en 2018, mucho antes de que el líder peronista fuera candidato presidencial. Ya como presidente, Fernández no dudó en traerla a su equipo más cercano, permitiéndole un acceso prácticamente irrestricto a su despacho. "Cuando no tenía reuniones, almorzaba con ella", aseguran allegados. Ana Clara Hernández A lo largo de los cuatro años de gestión, la mujer mantuvo una presencia constante en Casa Rosada. Aunque sus visitas a la Quinta de Olivos fueron esporádicas, su relación profesional con el ex mandatario se reflejaba en redes sociales, donde compartía imágenes trabajando juntos, incluso en el helicóptero presidencial. En 2023, al dejar su cargo, Hernández publicó en su cuenta de Instagram un emotivo mensaje: "Fueron cinco años acompañando al Presidente de la Nación. Casa Rosada se convirtió en una extensión de nuestra casa, en jornadas sin fin". Recordó su trayectoria, desde los inicios en la militancia hasta su rol en el Gobierno, describiendo cómo vivió esa etapa incluso embarazada, corriendo por los pasillos con su hija a cuestas. LA HISTORIA DE LA AZAFATA Esta semana se dio a concoer la contratación sospechosa de Grisel Tamborro, una azafata vinculada a Alberto Fernández durante su mandato presidencial. La mujer fue incorporada al gobierno en 2021 tras trabajar en vuelos privados presidenciales durante la pandemia. En su puesto en la Secretaría General de la Presidencia, tuvo conflictos por su actitud. Un hecho relevante fue su visita a la Quinta Presidencial en marzo de 2021, lo que sugiere un vínculo especial con el expresidente. . Fuente Diario Chaco.